No sé si gritar o correr, si callar o reir, no sé si quiera por que me encuentro aquí.
Noches tardías llenas de melancolía, que a mi sensible gusto de amargura llenarían,en un lindo sueño imaginé todo color de rosas, donde todos bailábamos y cantábamos alegres llenos de una ignorancia que nos hacía creer que todo era perfecto, imaginando tantas cosas bellas que al final se quedarían sin aliento.
Sin mesura me acerqué hacia donde todos exaltados gritaban, pero era tan largo el tiempo, que cada segundo se convertía en minuto, cada minuto en hora, pero el día ya no existía, pareciera que todo se hubiera contenido en un espacio, sin leyes de metafísica, si nada, en eso se había convertido ese momento, en Nada.
No poseo algo más que mi propia distancia, algo menos que mi vida, pues bien, el infinito me espera para ser revelado...
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