Te odio con sabor a te extraño.
Te odio en la lejanía del ser que te busca.
Te odio esperando mil besos, mil silencios, mil susurros.
Te odio anhelando cada paso,
en la lontananza de mi ser, un "Te quiero" perdido.
Te odio, pero no ese odio en el que quiero que mueras,
te odio de odiarte porque quiero que vuelvas.
No te me pierdas más.
Tú con tu mirada me muestras el espectro que soy,
Descubres el ser obnubilado tras esta pintura sin par.
No te escondas, no te quedes en la misantropía.
Ódiame, quiéreme, mátame, ámame.
Haz conmigo lo que quieras,
pero haz algo, que te quiero conmigo.
Deben ser tus labios,
Deben ser tus labios los que me incitan al pecado,
A caer en ese odio tan macabro y sutil,
tan obsesionado pero tan olvidado.
Deben ser tus labios los que me dicen que me extrañas,
cuando tu alma pura y blanca solo quiere alejarse.
Te odio con sabor a te extraño,
Te odio con sabor a Te amo.
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