Bajo un cielo señorial, la tempestad caía agitando sus brazos,
sin mesura desplegaba una borrasca imponente y marcada,
sus sonidos atraían el campesino y el buen obrero,
que con marcables pasos recorría el camino de su morada.
La alborada ya se notaba resonante.
Apresurada, doblaba techos y rompía ventanas, no imaginaban lo que venía,
en el horizonte se notaba una nube negra,
muchos decían que era La Madre Monte quien los castigaba,
pero ningún habitante daba con el acertijo.
todos dudaban acerca de que iba a suceder.
De repente, una niña se preguntó, ¿ Y si detenemos la lluvia?,
su padre viudo, y su hermano reían a carcajadas por tal cuestionamiento,
pero no sólo ella entendía a qué se refería con su pregunta,
La lluvia se detuvo
NO DEJÉIS DE SOÑAR AMIGOS MÍOS, TODO ESTÁ EN LA IMAGINACIÓN.